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Historia

Antecedentes prehispánicos: impronta prehistoria. Dentro del territorio municipal se conserva una roca donde esta impresa la huella del pie de un niño. La roca se encuentra en las inmediaciones de la cabecera municipal y es mejor conocida por los habitantes como "€œel piecito"€.

Debido a la ubicación de la impronta, sobre el antiguo camino que comunica a Joquicingo con los pueblos de San Francisco Tepexoxuca y Maxtleca, no se puede descartar la posibilidad de que ésta haya sido tallada por las manos expertas de los tlatequis prehispánicos de Joquicingo para señalar su octli o camino, como era tradición en esos artífices de la piedra.

Antecedentes coloniales: Joquicingo aparece en la relación de los obispados de Tlaxcala, Michoacán, Oaxaca y otros lugares, en el siglo XVI. En 1570, San Miguel Zuquitzinco (Joquicingo), perteneciente al partido de Tenango del Valle,  cumplió con su deber tributario, de la cuestión eclesiástica y de la iglesia, según consta en un documento inscrito en el arzobispado de México.

 En 1593, el virrey  Luis de Velazco otorgó una prórroga por un año más en el cargo de juez gobernador del pueblo de Joquicingo a Diego Mendoza, indígena principal de Zumpahuacán.

Entre los años  de 1771 a 1817, en San Pedro Techuchulco se presentaron frecuentes problemas ocasionados por la posesión de las tierras, algunas ocasiones entre los habitantes del mismo pueblo, otras contra los de Joquicingo.

Siglo XIX: A principios de este siglo se dio la guerra de Independencia en México, debido al gran aislamiento en que se encontraba el pueblo de Joquicingo, por falta de vías de comunicación éste tuvo muy poca participación.  Sólo un puñado de voluntarios se coligó al ejército libertador; Carlos María de Bustamante menciona que, durante el paso de los insurgentes hacia Tianguistenco, en cada pueblo por donde pasaban se iban incorporando habitantes que simpatizaban con los ideales libertadores del cura Hidalgo, desde la región de Joquicingo, Maxtleca, Texcalyacac, Techuchulco, Tenango del Valle y Jajalpa.

Los participantes de Joquicingo, durante la batalla, conocieron los hermanos Ignacio y Francisco López Rayón, quienes se habían unido a Hidalgo en Maravatio; Ignacio fungió como secretario de Hidalgo, varios de los combatientes de Joquicingo continuaron con el movimiento al lado de los hermanos Rayón, participando en las batallas de Aculco y en el puente de Calderón.  En mayo de 1812, derrotaron a las tropas realistas y el 2 de junio de ese mismo año fueron sorprendidos por las tropas españolas en Tenango del Valle.

Poco tiempo después de  consumada la Independencia de México, Joquicingo se constituyó como municipalidad en 1832, pero el cólera morbo, llamado "€œel grande"€, casi exterminó a la población, donde murieron 421 personas de  una   población  de  mil,  como  consta  en  el  informe proporcionado por el gobernador Félix María Aburto. Con estos nefastos acontecimientos, Joquicingo no solo perdió la municipalidad, sino también la participación en cualquier actividad de importancia política; probablemente, esto motivó que en el año de 1847, la legislatura local ordenara su separación del partido de Tenancingo y se incorporara a Tenango del Valle.

El 5 de noviembre de 1821, nace en Tenango del Valle Leonardo Francisco Guzmán Montes de Oca, que al paso de los años se convirtiría en León Guzmán y cuyo nombre se adicionara a Joquicingo, cuya cabecera municipal se denomina Joquicingo de León Guzmán.

Siglo XX: En este periodo, lo más preponderante para el municipio se presenta en la época de la Revolución Mexicana, época en que Joquicingo sufre la época más azarosa, ya que exactamente en enero de 1914, entra una gavilla de 40 hombres bien armados que horas después salen al llano de doña Juana, comenzando así la una sombría etapa para esta región,  la cual se reportaría hasta 76 veces durante el año.

En una de sus incursiones penetraron en la media noche al juzgado, rompiendo las cerraduras, quemando los documentos encontrados, posteriormente, se retiraron llevándose en calidad de secuestrados a varios vecinos del lugar.

El 24 de junio de 1914, el alcalde de Joquicingo en turno se fue de la población y se refugió en la cabecera distrital, dejando un recado en el que indicó que "ya es verdaderamente imposible permanecer en esta cabecera municipal, por las continuas persecuciones que me hacen gavillas rebeldes que encabezan Juan e Israel Linares, Inocencio Quintanilla, Bonifacio Castañeda y José Zamora, quienes me buscan para exigirme maíz a pesar que se han llevado granos de la casa de Aureliano Navas."